sábado, 12 de julio de 2014

Texto de la despedida de Dña. Pino de la dirección del Calvo Sotelo


Queridos niños, compañeros, madres y padres, vecinos, antiguos alumnos, inspectores, amigos,  hijos y  familia.
Hoy es un día muy particular para todos: para unos un poco triste y para otros no tanto… al final se va Dª Pino.
Pues sí, llegó el día. Como a todo trabajador, el paso del tiempo nos lleva a dejar nuestro puesto para que la gente joven lo ocupe. Con más energía . Las ganas y la ilusión seguramente las mismas , porque siempre, cada día, en todos estos años, no me han faltado nunca.
En el marcador que les he dado pone la mejor frase que he leído nunca sobre educación. “El principio de la educación es predicar con el ejemplo” la pronunció Turot un economista y político francés del S.XVIII.

Quiero que este día sea un día de fiesta pero también quiero que reflexionemos un poco juntos y recuerden esta frase siempre, porque sirve para todos y cada uno de los que estamos hoy aquí. Cada uno en su terreno tiene que colaborar para que nuestra sociedad esté bien educada.
No podemos tener niños generosos si les escatimamos hasta el afecto.
No podemos tener niños respetuosos si no los tratamos como seres únicos.
No podemos tener niños felices si siempre estamos enfadados.
No podemos tener niños amables si nos cuesta sonreirles.
No podemos tener niños solidarios si sólo somos capaces de compartir con ellos el tiempo, el afecto y las cosas que nos sobran.
No podemos tener niños responsables si cambiamos las normas dependiendo del humor que tengamos.
No podemos tener niños valientes y fuertes si no nos mantenemos firmes cuando las cosas de la vida se nos complican.
No podemos tener niños sinceros si nuestros razonamientos se basan en mentiras.
No podemos tener niños que sean nuestro futuro si no creemos en ellos y sus posibilidades.
No podemos tener niños con mentes abiertas y capaces de solucionar problemas si la monotonía y el conformismo es nuestra postura frente a la vida.
No podemos tener niños que vivan en paz, si los gritos y los malos modos es lo que reciben diariamente de nosotros.
No podemos tener niños sanos si cualquier peligro contra la salud es lo normal en su entorno.
No podemos tener niños trabajadores si le enseñamos que cualquier cosa  se consigue sin esfuerzo.
No podemos tener niños aplicados si nunca ven que ponemos empeño en lo que hacemos.
No podemos tener niños que cuiden el barrio si no colaboramos todos en que no esté sucio.
Por lo tanto, creo que estarán de acuerdo que tener educación es ser: generosos, felices, amables, solidarios, responsables, valientes, sinceros, reivindicativos, pacíficos, sanos, trabajadores, respetuosos con el entorno y cultos.
Tener educación no es sólo ser culto, tener diplomas. Los diplomas y títulos no sirven de nada si a todas las demás facetas de la educación no se les da la misma importancia.
Todos los que estamos aquí somos responsables de conseguirlo para nuestros niños. Yo lo he intentado. He trabajado mucho para poner mi granito de arena. Muchas veces he hecho las cosas bien y otras muchas me he equivocado.
Predicar con el ejemplo ha sido mi intención durante mi vida:como persona, como maestra y durante los 28 años como directora. Espero haber conseguido algo.
Ahora paso el empeño a otra generación , con los que me acompañan hoy, espero que mi mensaje les sirva para algo en sus vidas. Tenemos que ser un ejemplo de ser educados, con todo lo que eso conlleva, para que nuestros niños lo sean y nuestro barrio prospere en la situación tan complicada que nos está tocando vivir.
Quiero a todas las Rehoyas con toda mi alma. He pasado aquí 37 años de mi vida y 28 como directora del colegio.
He vivido momentos muy entrañables y satisfactorios y otros que me han  quitado el sueño. Casi siempre por no saber o no poder solucionar determinados problemas que se han presentado.
Muchísimas gracias a todos por todo: lo bueno y lo malo, porque he aprendido mucho con todos ustedes.
Muchas gracias a mis compañeros, presentes y pasados que están también hoy aquí porque sin ellos no hubiera podido llevar a cabo mi labor como directora.
Sé que ellos comparten mis principios sobre la educación y aquí seguirán al pie del cañón para que nunca se acaben las ganas de que sigan siendo la principal meta de este colegio.
Mención especial a la Srta. Marisol que tanto me ha ayudado todo este tiempo. Ella también ha pasado su vida entregada a las Rehoyas. Se jubila en agosto y por tanto hoy también es un día muy importante en su vida. Su último día de colegio.
Bastante más tranquilita que yo, se ha encargado del trabajo de la jefatura con mucho empeño y una escrupulosidad para los documentos que a mi me ha faltado siempre…
Marisol: sin ti los papeles hubieran sido un caos. Has sido imprescindible para mi trabajo, muchas gracias. Un abrazo de despedida.
Un guiño también para la Srta. Nieves. La hormiguita de las perras y la mirada siempre atenta a todo. Cuando estoy de buen humor y sobre todo cuando no lo estoy tanto. Te debo entre otras muchas cosas, la gasolina.
A Benita que llegó calladita y que ya no tengo ni que hablarle para que sepa lo que le voy a decir.
A mi Martita ¡¡lo que he aprendido contigo!!.
Gracias a todos los miembros del consejo escolar, el actual y todos los que han estado todos estos 28 años y han compartido y solucionado problemas de nuestro colegio.
Gracias a todas las niñas que han estado en el comedor, las de ahora y las de antes. Su trabajo no ha sido muy fácil.
Gracias a los inspectores que hoy me acompañan y que han aguantado pacientemente esa poca capacidad que tengo de no callarme nunca en las reuniones. Y generalmente para protestar.
Gracias a los de la empresa del catering que me han servido el comedor desde el primer día hasta lo que será el aperitivo de hoy. Grandes profesionales que nunca me han puesto un pero cuando les he solicitado cualquier ayuda para nuestros niños.
Me gustaría tener un recuerdo también para nuestro portero Argelio (q.e.p.d.) que fue siempre una persona amable y servicial que no decía nunca no a nada.
Ha sido una suerte trabajar con todos los que están aquí y también con otros que no han podido venir.
Gracias a mis hijos Himar y Berta que han aguantado muchos malos humores a mi llegada a casa y un mucho de tiempo robado a ellos, a sus vidas, para mi colegio. A Himar por el nieto tan lindo que me ha regalado. A Berta por aguantar que yo sea tan preguntona.
Con ellos he intentado aplicar la teoría de la educación que ya todos conocen y puedo decir que me siento  muy orgullosa de que sean dos personas educadas en todo el sentido de la palabra. Son el pilar de mi vida.
Gracias a mis hermanos que están hoy conmigo, ellos saben lo que significan y lo importante que son para mi.
Todavía me verán en septiembre como maestra, por cierto, unas de las palabras más bonitas de nuestro diccionario, hasta que me jubile…
Perdón por todas las veces que me he equivocado y muchas gracias por aguantarme y por quererme.
Muchos besos y gracias, de verdad.

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